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¿Qué se puede domotizar en una oficina con Home Assistant?

Uno de los espacios donde más útil resulta la domótica es el laboral, siendo las oficinas las más susceptibles de experimentar los efectos de la tecnología aplicada a determinados dispositivos a fin de automatizar ciertos procesos.

Home Assistant es un controlador domótico que permite precisamente eso, automatizar tareas cotidianas tanto en entornos domésticos como laborales. Puede chequear el estado de puertas y ventanas, regular la temperatura o encender las luces automáticamente al entrar a una determinada estancia.

Estos añadidos tecnológicos que han dado forma y que expanden cada vez más el radio de alcance de la domótica tienen un objetivo común: facilitar tareas del día a día a fin de optimizar el uso del tiempo, algo que puede repercutir positivamente en la eficacia y el rendimiento del equipo.

La automatización de acciones y procesos, clave en una oficina

Las oficinas son espacios tradicionales de trabajo donde los equipos informáticos y el uso de dispositivos tecnológicos ha estado siempre a la orden del día.

Sin embargo, se trata de un entorno en el que cada vez es más necesario apostar por nuevas tecnologías, lo que requiere inversión.

Una inversión fácilmente amortizable en cuanto el tiempo sea utilizado para realizar una faena concreta y no para pelearse con dispositivos tecnológicos que, gracias a Home Assistant, pueden gestionar por sí mismos la mayoría de los procesos que en ella se producen.

Es lo que se llama automatización, la piedra angular de Home Assistant y la base de la domótica que tan buenos resultados está dando ya en cientos de hogares en todo el mundo y cuyas bondades se han trasladado al plano laboral con su inclusión en oficinas con éxito.

Uno de los elementos que se puede domotizar en una oficina son las persianas. Su aplicación también sería aplicable en un entorno doméstico, aunque es un elemento que resulta más común verlo en un espacio de trabajo.

Las tradicionales persianas de PVC pueden ser domotizadas mediante el uso de un motor y un dispositivo Wi-Fi para usar circuitos eléctricos con relés internos.

El más común para hacerlo es el Shelly 2.5, un doble relé Wi-Fi basado en el ESP8266 que nos permitirá controlar la subida y la bajada de manera inalámbrica, y lo mejor de todo: se integrará 100% con Home Assistant.

Es muy personalizable, e incluso podremos personalizar el firmware si vemos que nos conviene, aunque no te hará falta flashearlo porque las últimas versiones del Shelly presentan compatibilidad con MQTT y se podrá manejar de manera remota con el bróker de mosquito que trae Home Assistant.

Lo mejor es empezar con la inclusión de los motores tubulares. La clave aquí es la potencia, ya que buscamos un motor que sea capaz de levantar la persiana por sí mismo independientemente del material que sea. El PVC es un material muy común en las persianas de oficina, pero funciona igualmente con aluminio o madera.

Además de la potencia, es fundamental conocer el diámetro del eje de la persiana, aunque las más comunes son de 40 y de 60 milímetros y se puede medir con facilidad.

El proceso a partir de aquí se dividirá en dos pasos: configurar el relé e integrarlo en Home Assistant. La primera parte es algo más costosa y merece un capítulo aparte, pero la integración en el asistente domótico es realmente sencilla: basta con la integración del código al fichero de configuración y reiniciar Home Assistant para que surta efecto.

Otros elementos susceptibles de ser domotizados

Home Assistant es un controlador con múltiples aplicaciones, tal y como se puede comprobar de la mano de Luis Del Valle a través de programarfacil.com/domotica/home-assistant/, la sección dedicada en su portal de divulgación y formación Programar Fácil a este asistente domótico, en la que explica todos sus fundamentos y hace un extenso repaso por los métodos de instalación del controlador, su configuración, la adición de complementos y la integración de funciones.

Esa ambivalencia es la que permite utilizarlo para domotizar una gran variedad de elementos de la oficina. El encendido automático de luces es una de las acciones más comunes al hablar de automatización, una acción que cada vez más empresas buscan implementar en sus espacios de trabajo y edificios de oficinas para optimizar el uso de la energía y reducir el impacto del gasto eléctrico.

Pero las posibilidades de Home Assistant van mucho más allá. Por ejemplo, tiene mucho que decir en todo lo referente a la climatización. El confort en un espacio de trabajo es primordial, y por eso la autorregulación de estos sistemas es una de las acciones más comunes. Por ejemplo, se puede utilizar Home Assistant para programar el encendido y apagado de los equipos de climatización en conjunto o en grupos específicos.

También se puede emplear para realizar ajustes de la temperatura bajo determinadas circunstancias, permitiendo que la oficina esté siempre a una temperatura idónea o que se autorregule al iniciarse una determinada franja horaria.

Los sistemas de cierre de puertas y ventanas también pueden ser incluidos dentro de los elementos con los que puede interactuar Home Assistant, tanto en el plano laboral (oficinas y otros centros de trabajo) como en espacios domésticos. Permite comprobar el estado de las cerraduras y automatizar aperturas y cierres a horas concretas, sin precisar apenas interacción humana.

Las ventajas de integrar Home Assistant en una oficina

Home Assistant es el mejor software del mercado para la automatización de oficinas y casas. Su funcionamiento se basa en la automatización, que permite ejecutar de manera autónoma determinadas acciones, reduciendo la intervención de las personas en estos procesos a la mínima expresión.

Lo que es capaz Home Assistant es de hacer de la oficina un espacio de trabajo automatizado; esto es, que funciona de manera automática y que gestiona de forma independiente los procesos para los que ha sido diseñado.

Esto repercute en el confort y en el rendimiento del equipo humano, que puede dedicar su tiempo a realizar su trabajo sin preocuparse del encendido y apagado de luces, de la apertura y cierre de puertas, ventanas y persianas o de la regulación de los equipos de climatización, por poner algunos ejemplos.