Contratos

Ventajas y desventajas del contrato de interinidad

La búsqueda de empleo es actualmente un gran quebradero de cabeza para muchas personas. Algunos sectores se han visto perjudicados por la crisis de los últimos años, mientras que en otros las contrataciones se hacen de una forma muy esporádica. Por tanto, cuando llega una oportunidad de empleo siempre es una alegría.

¿Te ha llegado el gran momento y te han ofrecido un contrato de interinidad? Encontrar trabajo es en todo caso una buena noticia, aunque debes saber que esta modalidad en concreto tiene sus ventajas y desventajas, ya que es una situación muy particular.

Si no estás familiarizado con este concepto y vas a empezar tu primer contrato de interinidad, esto te interesa. En el artículo de hoy te vamos a contar qué es y cuáles son sus principales beneficios o desventajas, ¡toma buena nota de ello!

¿Qué es un contrato de interinidad?

Los contratos de interinidad son relativamente comunes y atienden a una situación muy concreta dentro de una empresa que necesita un profesional para determinado puesto. Son de carácter temporal y surgen con la principal misión de sustituir a un trabajador que tiene una baja de larga duración, pero está en el derecho de regresar para retomar su actividad laboral.

En algunas ocasiones también es una modalidad de contratación que se puede utilizar para un proceso de selección de personal, cuando realmente se está buscando un nuevo talento que cubra un puesto que se va a crear.

Es indispensable que este tipo de contrato se efectúe por escrito y que se detallen las circunstancias particulares que llevan a la empresa a contratar a un profesional en calidad de interino. Si la situación por la que tiene lugar la interinidad finaliza, el trabajador va a ser retirado de su puesto de trabajo sin la necesidad de una indemnización.

Ventajas de ser interino

Ser interino puede aportar una serie de ventajas a los trabajadores que estén desempeñando sus funciones con esta modalidad de contratación. Estas son las más importantes:

  • Tendrás la oportunidad de conocer de cerca la empresa contratante, un sector nuevo o abrir nuevas posibilidades para tu futuro laboral con esta experiencia.
  • Ampliarás tus contactos profesionales y podrás mostrar tus buenas dotes como trabajador para futuros procesos de selección más estables.
  • Esta experiencia supone un nuevo puesto que puedes incluir en tu currículum a todos los efectos.
  • Vas a percibir el salario pactado y la cotización pertinente durante todo el tiempo que estés contratado.
  • Podrás disfrutar de los beneficios que proporciona la compañía a todos los empleados, al igual que el resto de la plantilla.

Desventajas de los contratos indefinidos

Si la empresa se encuentra en condiciones de normalidad y necesita más empleados para cubrir el volumen de trabajo que maneja, lo normal sería que los contratos indefinidos fueran la primera alternativa a la hora de contar con nuevo personal en la plantilla. Esto no era tan común hasta el momento en la práctica, aunque la nueva ley de trabajo va a hacer que así sea a partir de ahora.

El contrato indefinido implica que la fecha de la firma del mismo es el inicio de la relación laboral, pero su duración es indefinida. Recoge todos los aspectos fundamentales de una contratación al uso, acogiéndose a los convenios colectivos pertinentes, las vacaciones y jornada de trabajo acorde con la ley. No obstante, esta modalidad también tiene ciertas desventajas que son las siguientes:

  • Cuando una contratación es indefinida, tus planes de futuro deben ser acordes a los de la empresa, pues permanecerás con ella a lo largo de mucho tiempo.
  • Si te planteas abandonar el trabajo tendrás que tramitar una baja voluntaria y esto te dejará sin la posibilidad de cobrar el paro.
  • Para optar a una nueva especialización o profesión tendrás que esperar a que los procesos de la compañía sigan su cauce y te puedan reubicar.
  • Pueden solicitarte un cambio de destino o de departamento dentro de la empresa con el tiempo y, si no te gusta, al dejar tu puesto de trabajo voluntariamente no podrás cobrar el desempleo.

¿Se puede transformar un contrato de interinidad en indefinido?

Lo cierto es que el contrato de interinidad siempre es de por sí indefinido. La duración del mismo no se puede estimar desde un inicio, ya que son las condiciones externas las que van a determinar su finalización. Por ejemplo, el regreso de la persona que está de baja y desea recuperar el puesto de trabajo.

Hay algunas excepciones en las que un contrato de interinidad no es indefinido, que son las siguientes:

  • Si no se ha puesto por escrito cuando se ha firmado el contrato por ambas partes.
  • En los casos en los que un contrato es firmado fuera de lo que estipula la ley.
  • En los casos en los que el empresario incumple con su obligación al dar de alta al empleado en la Seguridad Social.
  • Si finaliza el contrato y el trabajador sigue ocupándose de sus labores sin que este lo denuncie.

¿Cuándo un contrato de interinidad pasa a ser indefinido?

Como hemos visto, un contrato de interinidad que se hace bajo el marco legal pertinente y por escrito siempre va a ser indefinido. La diferencia es que este va a ser temporal y no va a atender a lo que entendemos como sinónimo de indefinido: ser un trabajador fijo en una empresa.

La buena noticia es que esto sí ocurre en algunas ocasiones contadas, aunque no suele ser por quedarse con el mismo empleo en el que se entra de interino, ya que esta es una situación excepcional que tiende a tener los días contados.

Lo que puede ocurrir es que la empresa tenga procesos de selección abiertos y decida proponer al trabajador un puesto nuevo cuando termina su periodo como interino. Esto sucede cuando los empresarios tienen una buena experiencia con los empleados y quieren captar el talento.

La otra opción es que la persona que está de baja y a la que el trabajador está sustituyendo se marche de la empresa de forma definitiva. En este caso se puede optar por dejar al trabajador interino como un empleado fijo con contrato indefinido.