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Qué es una UTE y cómo crearla

El mundo de los negocios ofrece muchas posibilidades de asociación, colaboración y alianza. Son herramientas pensadas para que las empresas puedan prosperar o crecer que vienen recogidas en términos oficiales y que pueden estar al alcance de todos los emprendedores, siempre que cuenten con la información y asesoría necesarias.

En este contexto puede que hayas oído hablar de lo que es una UTE, un concepto casi desconocido para una gran cantidad de empresarios pero de gran utilidad en determinadas situaciones.

Si te interesa y quieres saber un poco más sobre este tema tan concreto, estás en el lugar adecuado. En este artículo te vamos a contar todo lo que debes saber sobre una UTE, qué es, cómo crearla y sus costes asociados, ¡vamos a ello!

¿Qué es una UTE?

La UTE (Unión Temporal de Empresas) surge como una forma de colaboración conjunta cuando diferentes negocios o emprendedores van a llevar a cabo un proyecto en común. Crear una UTE en los casos en los que se comparte la obra o el servicio a generar permite unificar los recursos, las experiencias o las habilidades de los diferentes involucrados de una manera ágil.

¿Qué interés puede tener esta forma de colaboración para dos o más compañías? A efectos meramente empresariales, se puede afirmar que cada uno de los negocios involucrados tendría que hacer grandes inversiones por separado para finalizar con éxito el trabajo encomendado. Mientras que, con una UTE, se pueden beneficiar de la maquinaria o experiencia de las entidades colaboradoras.

Esto es especialmente interesante en aquellos proyectos que tienen una naturaleza de investigación, desarrollo o elaboración de infraestructuras. Atienden a unas características multidisciplinares que se pueden abordar mejor compartiendo las responsabilidades.

¿Cómo constituir una UTE?

Las uniones de empresas de las que hablamos son algo formal que viene recogido y regulado mediante la Ley 18/1982, de 26 de mayo, sobre régimen fiscal de agrupaciones y uniones temporales de empresas y de las sociedades de desarrollo industrial regional. Esto se da cuando todas las compañías involucradas tienen el mismo objeto social y, por tanto, la UTE tiene la misma duración que la obra o servicio a generar.

Para constituir una UTE hay que atender a una serie de requisitos que son los siguientes:

  • Las empresas involucradas deben compartir un mismo objeto social.
  • Podrán desarrollar los servicios principales o accesorios relacionados con el objeto principal de la UTE.
  • Las uniones temporales de empresas solo pueden durar el mismo tiempo que lleve realizar esa obra o servicio temporal y nunca puede sobrepasar un total de 25 años. Cuando se trata de obras públicas, este plazo asciende a 50 años.
  • La UTE debe tener un gerente único, mientras que todos los miembros tendrán poderes para ejercitar sus derechos u obligaciones pertinentes.

El procedimiento para crear una UTE, mientras se cumplan todos los requisitos mencionados previamente, será el siguiente:

  • La constitución de la UTE mediante una escritura pública y ante notario que recoja todos los datos de las empresas y su objeto social único.
  • La documentación adjunta de esta: descripción de los trabajos y medios tanto humanos como técnicos.
  • El registro en el MdHyAAPP.
  • Tramitar el alta de las obligaciones fiscales con el correspondiente modelo 036 en el departamento de censos de la Agencia Tributaria.

Coste de una UTE de empresas

La creación de la UTE tiene como misión principal ahorrar costes en recursos tanto físicos como humanos, por tanto, debe salir rentable a todas las empresas involucradas en esta alianza estratégica. Pero, ¿su creación tiene costes añadidos?

Lo cierto es que la constitución de una Unión Temporal de Empresas no exige la existencia de un capital mínimo, como se puede ver en la lista de requisitos. Tampoco lleva la obligación de abonar determinadas tasas en el procedimiento, por lo que la única inversión que se tendrá que hacer a priori es la elaboración de una escritura pública ante notario.

Por otro lado, las entidades colaboradoras van a beneficiarse de determinadas ventajas fiscales para facilitar su trabajo en conjunto y ahorrar en recursos por tener a su disposición los de otras empresas. Esto significa que una UTE siempre tendría que salir rentable y no generar costes añadidos. 

¿Cómo es el organigrama de una UTE?

La UTE tiene que atender a determinado organigrama con una jerarquía y un funcionamiento específico. Te lo detallamos a continuación.

La Junta de Empresarios

Se trata del máximo órgano que regula la UTE a todos los efectos y está compuesto por un miembro de cada una de las empresas que la forman con el fin de que todas ellas tengan igual representación. Esta junta es la que toma las decisiones que afectan en general a la UTE como la aprobación de los presupuestos o el nombramiento de un gerente.

El Comité de Gerencia

Este comité es el equivalente a un Consejo de Administración de una sociedad y adopta la dirección del proyecto. Su toma de decisiones está enfocada a la prosperidad del proyecto o la asistencia a los profesionales involucrados en él.

El gerente

El gerente es el único miembro avalado para hablar en nombre y representación de la UTE. Cumple el mismo papel que un Consejero Delegado en una sociedad y tiene la misión de velar por el correcto cumplimiento de los contratos de la unión de empresas. Todo lo que se lleve a cabo en su cargo corresponde a las decisiones tomadas en la Junta de Empresarios y el Comité de Gerencia, es decir, supervisa sobre el terreno que se cumplen las directrices de estos órganos principales.

El personal técnico y administrativo

El personal técnico y administrativo tiene dos figuras fundamentales que son las siguientes:

  • El jefe de obra. Un técnico titulado en grado superior o medio que es responsable de todos los aspectos técnicos de la obra. Es nombrado por el Comité de Gerencia y puede pertenecer a una de las empresas implicadas o atender a una contratación externa solo para cubrir ese cargo temporal.
  • El jefe de administración. Es el encargado de llevar la contabilidad independiente de la UTE y gestionar todos los asuntos fiscales, financieros o administrativos correspondientes. 

Las UTE también acostumbran a realizar sus propios sistemas para el control y supervisión de los trabajos desempeñados y de las finanzas del proyecto conjunto. Habitualmente, siguen siendo competencias que se designan en las juntas o comités.