¿Qué es la conciliación laboral?
En ocasiones se pueden presentar desacuerdos entre la empresa y un trabajador con respecto a distintos asuntos. Por ejemplo, el tipo de despido que ha recibido, con el contrato de trabajo o cálculo del finiquito.
Cualquiera de estos conflictos podría llevar a tomar acciones judiciales por parte del trabajador hacia la empresa. La conciliación laboral es el procedimiento mediante el cual se busca una solución directamente entre la empresa y el trabajador para no llegar a un proceso judicial.
La conciliación laboral está normada por la ley y debe seguir una serie de pasos, que buscan una solución acordada entre las partes. En este sentido, se deben hacer gestiones y procedimientos ante los entes institucionales respectivos necesarios antes de seguir la vía judicial.
Una de las principales ventajas de la conciliación laboral es que evitas el litigio a nivel judicial, lo cual consume tiempo y recursos económicos. Además, cuando se lleva un conflicto laboral por la vía judicial es posible que la imagen de la empresa se vea afectada.
¿Para qué sirve el acta de conciliación laboral?
En el acto de conciliación laboral se busca lograr un acuerdo entre el trabajador y la empresa para resolver el conflicto laboral planteado. El mismo constituye un paso obligatorio antes de emprender un procedimiento judicial.
Luego de ocurrido el proceso de conciliación, se genera un acta donde se recogen los acuerdos o no resolución del mismo. Para llegar hasta la elaboración del acta de conciliación laboral, debes seguir una serie de pasos:
- El trabajador debe solicitar un acto de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC), que es un ente autonómico. Al hacerlo, debe presentar la papeleta de conciliación explicando su caso.
- Posteriormente, el SMAC citará a las partes al acto de conciliación en un día fijado con anterioridad. El proceso es acompañado por un abogado conciliador, encargado de lograr un acuerdo entre las partes.
- Se lleva a cabo la negociación y si se llega o no a un acuerdo, esto queda recogido en el acta de conciliación laboral.
Una vez que ha terminado el acto de conciliación, se levante el acta que debe llevar la siguiente información:
- Identificación del trabajador y la empresa involucrados en el acto de conciliación.
- El trabajador debe ratificar o aclarar el conflicto laboral expuesto en la papeleta de conciliación consignada.
- La empresa puede argumentar o responder con respecto a la reclamación realizada o no indicar nada al respecto.
- Si se llega a un acuerdo, se estipulan los términos y condiciones del mismo.
- El trabajador debe indicar si acepta o no el acuerdo alcanzado. De ser positiva la respuesta, se recogen los términos del mismo.
- Las partes deben firmar el acta de conciliación laboral.
Cuando se alcanza un acuerdo mediante un acta de conciliación laboral, el trabajador está renunciando a cualquier reclamación posterior al respecto. Por tanto, se debe ser muy cuidadoso al firmarla y tener claro que se recogen los términos alcanzados.
Además, si la empresa no cumple con lo establecido en los acuerdos, el trabajador puede ir a los juzgados con el acta para exigir su cumplimiento. En caso de no pagar los montos acordados en un arreglo económico, el procedimiento puede llevar al embargo de estos bienes a la empresa a fin de cancelar las deudas al trabajador.
Asimismo, cuando no se llega a un acuerdo con la empresa y se sigue la vía de la demanda judicial, es necesario que el trabajador consigne el acta de conciliación laboral. Si no la tiene, se conceden quince días a partir de la notificación para consignarla.
Qué hacer en una conciliación laboral
El procedimiento de conciliación laboral busca evitar las demandas judiciales que pueden tomar tiempo y ser costosas tanto para el trabajador como la empresa. Además, como ya hemos explicado, es un paso previo si se ha decidido seguir la vía judicial.
Al momento de acudir a un acto de conciliación laboral tanto el trabajador como el representante de la empresa, deben tener claridad en el procedimiento a realizar. A continuación te presentamos lo que debería hacer cada parte durante este proceso:
Trabajador
- Es obligatorio realizar el acto de conciliación laboral tanto si se busca llegar a un acuerdo o se quiere seguir la vía de una demanda judicial.
- Puedes acudir acompañado de un abogado, lo cual debes indicar al momento de presentar la papeleta de conciliación ante el SMAC.
- El trabajador puede acudir personalmente al acto de conciliación o nombrar un representante legal mediante poder notariado. En este documento lo autoriza a llegar a los acuerdos que considere necesario.
- Una vez en el acto de conciliación debe estudiar cuidadosamente las propuestas de la empresa y decidir si son o no beneficiosas para sus intereses. En este sentido, solo se debe firmar un acta de conciliación cuando se está de acuerdo con sus términos.
Representante de la empresa
Por lo general, la empresa está representada en los actos de conciliación laboral por el jefe de recursos humanos o un gestor designado para tal fin. Entre los aspectos que debe tomar en cuenta al acudir a la conciliación, están:
- Es muy importante que conozca a profundidad la situación asociada al trabajador y discutir con la gerencia de la empresa la postura que se defenderá durante el proceso.
- Debe considerar tener un margen que le permita negociar con el trabajador a fin de poder llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes.
- No es conveniente improvisar ninguna postura cuando se lleva a cabo la conciliación, porque puede llevar a confusiones que eviten llegar a un buen acuerdo.
- La empresa debe tener claro si realmente busca una negociación o considera que lo más conveniente es la vía judicial. En este último caso, se puede considerar no asistir a la conciliación aunque esto puede llevar a pago de multas por parte de la empresa.
Es importante recordar que una vez que se ha levantado el acta del proceso de conciliación, las partes tienen hasta treinta días hábiles para impugnar los acuerdos alcanzados. El motivo para esto, es porque la parte que reclama siente que hubo engaño o coacción para llegar al acuerdo y si procede, el mismo se considera nulo.
¿Es necesario acudir a un juicio de conciliación laboral?
El no acudir a la citación del acto de conciliación laboral convocado por el SMAC, puede traer consecuencias negativas tanto al trabajador como a la empresa. En cada caso, podemos señalar los siguientes:
Trabajador
Está obligado a presentarse personalmente o nombrar un representante legal que acuda a la citación. De no hacerlo, se considera que no se ha presentado la papeleta de conciliación y por tanto no se continúa con el proceso.
En caso de no tener justificación para no acudir al acto de conciliación, el SMAC considera el acto concluso y archiva el expediente sin que el trabajador tenga derecho a reclamar. Si no se acude por una causa justificada del demandante, se fija una nueva fecha para tratar de llegar a un acuerdo entre las partes.
Empresa
Una empresa puede decidir no acudir a un acto de conciliación porque considera que prefiere seguir la vía judicial. Por tanto, prefiere no invertir tiempo y recursos en intentar llegar a un acuerdo con el trabajador demandante.
Cuando esto ocurre, se recoge en el acta la no asistencia del representante empresarial y el juzgado puede aplicar multas si considera que se actuó de mala fe. Además, el trabajador demandante puede solicitar que la empresa pague los honorarios y costes de su abogado defensor hasta 600 euros.
Plazos para interponer una demanda laboral tras la conciliación
Esto va a depender del motivo de la demanda laboral que se va a llevar a cabo. Esto porque la vía laboral suele tener caducidad y en la legislación se establecen consideraciones particulares para cada caso.
Entre las reclamaciones laborales más comunes que tienen un plazo establecido para interponer una demanda, están:
Por despido de cualquier tipo
El trabajador cuenta con un plazo de veinte días hábiles a partir del momento en que se hace efectivo el despido para interceder una demanda, según el artículo 59.1 del Estatuto de los Trabajadores. En caso de solicitar un abogado de oficio, este plazo se detiene hasta que el mismo es asignado.
Además, cuando el trabajador introduce la papeleta de conciliación ante el SMAC, el plazo se detiene. El mismo vuelve a correr a partir del día siguiente en que ha concluido el acto de conciliación y de no hacerse en este plazo, los derechos del trabajador desaparecen de forma automática.
Por reclamación de cantidad o salario
Un trabajador puede interponer una demanda a su empleador por cantidades adeudadas por la empresa debido a distintos conceptos. Según lo establecido por el Estatuto de los Trabajadores, el trabajador tiene hasta un año a partir del momento en que debió recibir la cantidad reclamada.
En este caso se trata de un plazo de prescripción, por tanto cuando se presenta la papeleta de conciliación antes del año señalado, el plazo vuelve a reiniciarse. Por ejemplo, si el plazo para reclamar una paga extra vence el 31 del año en curso y se introduce una papeleta de conciliación el cuatro de diciembre, el año vuelve a correr a partir de esa fecha.
Como conclusión, podemos decir que la conciliación laboral es un proceso que busca lograr acuerdos entre los trabajadores y las empresas. La misma puede ser la mejor forma de gestionar un conflicto laboral con el menor costo posible para ambas partes.